martes, 3 de julio de 2007
OTRA NIETA NOS ENCONTRÓ
Las Abuelas de Plaza de Mayo tenemos la felicidad de comunicar el encuentro de otra nieta desaparecida durante la última dictadura militar, en el marco del plan sistemático de robo de bebés. Se trata de la hija de Rosa Luján Taranto y Horacio Antonio Altamiranda, quien nació en agosto de 1977 durante el cautiverio de su madre. La joven tiene 29 años y se llama Belén, aunque por testimonios de sobrevivientes del centro clandestino de detención (CCD) en el que nació se pudo saber que su madre le habría puesto María Luján.
LOS PADRES Y EL SECUESTRO
Rosa Luján Taranto nació el 13 de diciembre de 1956 en Lanús, zona sur del Gran Buenos Aires. Horacio Antonio Altamiranda, el 7 de diciembre de 1954 en la ciudad de Buenos Aires. A los 18, Horacio conoció a Rosa en un baile, cerca de Florencio Varela, y allí se pusieron de novios. En 1973 nació su primer hijo, Christian Adrián, y en 1975, Natalia Vanesa.
La pareja militaba en el PRT-ERP. Sus compañeros la conocían como “Susana”, “Rosita” o “La Gitana” y a él como “El Gallego”, “Marcelo” o “Roberto”. Fueron secuestrados el 13 de mayo de 1977 en su casa de la localidad de Florencio Varela, provincia de Buenos Aires. En su vivienda también estaban presentes sus dos hijos, de dos y tres años. Los represores los entregaron a una vecina, quien luego los llevó con sus abuelos paternos.
Al momento del secuestro Rosa estaba embarazada de siete meses. La pareja fue vista en el CCD “El Vesubio” y por testimonios de sobrevivientes se sabe que Rosa fue llevada a dar a luz en su octavo mes de embarazo al Hospital Militar de Campo de Mayo donde se le practicó una cesárea. Luego del parto, fue devuelta al CCD “El Vesubio” donde pudo relatarle a sus compañeras de cautiverio que había tenido a su bebé.
El nacimiento y desaparición de la niña pudo reconstruirse a partir del relato de tres sobrevivientes del Vesubio: Elena Alfaro, en el juicio a las juntas, declaró “al momento de la desaparición se encontraba embarazada de siete meses, dando a luz en cautiverio a una niña a quien habría llamado María Luján”. Años después, en los Juicios por la Verdad de La Plata, en 1998 y 1999, Susana Reyes y Ana María Di Salvo también manifestaron que Rosa permaneció secuestrada en “El Vesubio” hasta que llegó a su octavo mes de embarazo, y fue traslada al Hospital Militar de Campo de Mayo donde le hicieron una cesárea. Sin embargo, ellas recordaron que el bebé le fue arrebatado a Rosa, sin permitirle si siquiera conocer su sexo.
LA BÚSQUEDA
En abril de 1982 la Abuela Irma Rojas realizó en Abuelas de Plaza de Mayo la denuncia acerca de la desaparición de su nuera embarazada de siete meses. Irma ya hacía tiempo que buscaba a su hijo y nuera junto a las Madres de Plaza de Mayo y cuando tuvo conocimiento de las Abuelas comenzó a trabajar con ellas. Al principio asistía una vez por semana hasta que con el tiempo comenzó a colaborar todos los días en la búsqueda de su nieta y los nietos de todas las Abuelas.
EL ENCUENTRO
Belén nació los primeros días de agosto de 1977 en Campo de Mayo, y fue arrebatada de los brazos de su madre a minutos de nacer. El Movimiento Familiar Cristiano, se encargó de entregarla en adopción a los tres meses de vida. Vivió en Buenos Aires hasta 1988, cuando junto a su familia adoptiva se mudó a Córdoba Capital.
Belén siempre supo que era adoptada y con apoyo de amigos y personas de su entorno comenzó a pensar en la posibilidad de ser hija de desaparecidos. En el 2005 se decidió a llamar al 0800-222-2285 de Abuelas de Plaza de Mayo para averiguar sobre su identidad y de la sede de Abuelas Capital la derivaron a la filial Córdoba.
De esta manera, Belén se presentó en la filial de Abuelas Córdoba con dudas sobre su identidad y allí la orientaron para que iniciara su búsqueda. Las dudas se basaban en su fecha de nacimiento y en que no era hija biológica de sus padres. Sin embargo, pasó un tiempo y no volvió a presentarse en la filial, por cuestiones familiares Belén había decidido suspender la búsqueda. Así, a mediados de 2006 el equipo de la filial Córdoba retomó el contacto y la joven reinició su camino hacia la verdad.
La filial de Abuelas Córdoba dio intervención a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI), que a pedido de la joven comenzó a realizar la investigación documental. Así la CONADI obtuvo la partida de nacimiento de Belén, su legajo de adopción y ordenó los análisis inmunogenéticos. El Banco Nacional de Datos Genéticos, que funciona en el Hospital Durand, informó el viernes 29 de junio al juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal Nº1 que la joven pertenece al grupo familiar Altamiranda Taranto con un 99,999.. % de inclusión.
Belén ya viajó a Buenos Aires y se encontró con su familia biológica, que desde hace 29 años la espera con amor y grandes expectativas.
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